viernes, 26 de septiembre de 2008

Flexibilización laboral

Para los empresarios, el único recurso válido para resolver cualquier crisis es la "flexibilización laboral", que junto con la "moderación salarial" parecen los dos únicos términos económicos que conocen. A estas alturas me va pareciendo que su conocimiento de economía, pese a ser empresarios, no va más allá del que asegura a la mujer que no le arranca el coche "que lo tiene ahogao", o que va a tener que cambiar la famosa "trócola" si no quiere quedarse sin coche, ahora, empujar no empuja.

Pero yo veo un desequilibrio que favorece al empresario. El ideal del empresario es la esclavitud donde no tiene que proporcionarle al empleado más que los recursos mínimos para que siga manteniendo su fuerza de trabajo. Pero evidentemente este ideal tampoco es válido en la sociedad de consumo. Aunque el empleador no parece tenerlo en cuenta, el empleado es también el consumidor, y es tan necesarios para el buen funcionamiento de las cosas una empresa saneada como un consumidor saneado.

La decadencia de Occidente

Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.
Le dijo entonces Pilatos: luego eres tú rey.
Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
Le dijo Pilato: ¿qué es la verdad?
(Juan 18, 36-38)

Mi reino no es de este mundo:he aquí la última palabra, la que no admite ulteriores interpretaciones. Por ella puede cada cual saber de fijo dónde, por nacimiento, se halla adscrito: a la existencia que se sirve de la conciencia o a la conciencia que subyuga a la existencia; al acto o a la tensión; a la sangre o al espíritu; a la historia o a la naturaleza; a la política o a la religión. Aquí no hay más que: o esto o lo otro; y no cabe honrado acomodamiento. Un hombre de estado puede ser profundamente religioso, un hombre piadoso puede caer por su patria; pero tienen que saber, uno y otro, de qué parte están en realidad. El político nato desprecia las consideraciones supramundanas de ideólogos y éticos en medio de su mundo efectivo; y tiene razón. Para el creyente, la ambición y el éxito del mundo histórico son pecaminosos, carecen de valor; y también tiene razón. Un príncipe que quiera mejorar la religión en el sentido de fines políticos, prácticos, es un loco. Un predicador que quiera asentar la verdad, la justicia, la paz, la concordia en el mundo de la realidad, es también un loco. No ha habido fe que cambie el mundo como no hay hecho que pueda refutar una creencia. No existe conciliación entre el tiempo dirigido y la eternidad intemporal, entre el curso de la historia y la predominancia de un orden divino en cuya estructura las palabras 'decreto de Dios' significan la máxima causalidad. Tal es el sentido último en que Jesús y Pilatos se encuentran frente a frente. En el mundo histórico, el romano dejó crucificar al Galileo, era su sino. En el otro mundo, Roma caía maldita, y la cruz se alzaba como signo de salvación; era 'la voluntad de Dios'
La decadencia de Occidente
Oswald Spengler
Capítulo tercero de la segunda parte, apartado sexto.

jueves, 18 de septiembre de 2008

La sociedad del espectáculo.

Leo, es decir, paso mi vista por encima de las letras descifrando el significado de cada palabra y, a veces, de frases enteras, "La sociedad del espectáculo" de Guy Debord. Yo no sé por qué leo estas cosas, no me entero de nada. Me pasó lo mismo con Raoul Vaneigem y sin embargo llegué a disfrutar de la lectura y de sus enseñanzas. Al principio me tomé aquello como quien lee poesía y espera que el sentido de lo expresado llegue, no a través del significado de lo escrito, sino del "espíritu" que mientras uno va leyendo se va evaporando del texto y entrando en nosotros por otros canales distintos de la razón lectora. Creo que funcionó y esperaba que ocurriera lo mismo con esto. Ahí va un ejemplo:

(1)El desarrollo de las fuerzas productivas ha sido la historia real e inconsciente que ha construido y modificado las condiciones de existencia de los grupos humanos en cuanto condiciones de supervivencia y de implicación de esas mismas condiciones: la base económica de todas sus empresas. (2)En el seno de una economía natural, el sector mercantil significó la constitución de un exceso con relación a la supervivencia.(3) La producción de mercancías, que implica el intercambio de diversos productos entre productores independientes, pudo permanecer durante largo tiempo en un estado artesanal,(4) frenada como función económica marginal que aún enmascaraba su verdad cuantitativa.(5)Sin embargo, allí donde ha encontrado las condiciones sociales del comercio a gran escala y de la acumulación de capitales ha conseguido dominar totalmente la economía. (6) La economía en su totalidad se ha convertido, así, en aquello que la mercancía ya había demostrado ser en el curso de esta conquista: un proceso de desarrollo cuantitativo.(7) Este incesante despliegue del poder económico bajo la forma de la mercancía, que ha transformado el trabajo humano en trabajo-mercancía, en trabajo asalariado, conduce, por acumulación, a una abundancia (8) en la cual la cuestión primordial de la supervivencia se encuentra obviamente resuelta, pero de tal manera que tiene que reproducirse constantemente: (9)se plantea en cada ocasión en un grado superior. (10)El crecimiento económico libera a las sociedades de la presión natural exigida por la lucha inmediata por la supervivencia,(11)pero estas sociedades no se liberan de su libertador. (12)La independencia de la mercancía se extiende al conjunto de la economía sobre la cual impera.(13) La economía transforma el mundo, pero solo lo transforma en un mundo económico. (14)La seudo naturaleza en la cual se encuentra alienado el trabajo humano exige la continuación hasta el infinito de su servicio, (15)y este servicio, que nadie más que él mismo juzga y valora, consigue, de hecho, convertir todo esfuerzo y todo proyecto socialmente lícito en servidor suyo.(16) La abundancia de mercancías, es decir, de relaciones mercantiles, no puede significar otra cosa que la supervivencia ampliada.

La versiculación es mía, en un intento por aislar partes comprendidas. Veamos:

(1) desarrollo de fuerzas productivas es la verdadera historia que modifica las condiciones de existencia.
(2)sector mercantil=exceso.
(3)(4) en un primer momento, sector mercantil refrenado.
(5) cuando ha podido, el sector mercantil domina el ámbito económico.
(6) el mercado convierte la economía en un proceso cuantitativo.
(7)este proceso lleva a una abundancia que (8)que resuelve la cuestión de la supervivencia (9) pero que al mismo tiempo la mantiene como preocupación activa.
(10)el crecimiento económico libera al hombre de la presión de la naturaleza, (11)pero le mantiene sometido bajo una nueva presión.
(13)La economía transforma el mundo, libera al hombre de la presión de la naturaleza, pero crea una nueva(14) pseudonaturaleza que mantiene sometido al hombre.
(16) el concepto de supervivencia ampliada lo entiendo como: si en un principio el hombre estaba sometido al agobio de luchar por su supervivencia en la naturaleza, nuestra sociedad, nuestro sistema económico, no le ha liberado de ese agobio sino que ha elevado el nivel, pero la preocupación por la supervivencia sigue siendo la misma.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Apagón 17 septiembre

He recibido, como al parecer todo el mundo, ese mensaje escrito en muchos idiomas - me he guardado el de chino para hacer prácticas - que convoca a un apagón mundial el día 17 de septiembre a las 21:50.
Digo yo que solo serán las veintiuna cincuenta cada vez en una franja horaria. Por lo que lo que va a ocurrir es que empezarán a verse bandas de oscuridad que duran diez minutos, y luego volverán a encenderse hasta que cincuenta minutos después se oscurecerá otra banda.
¿Donde aparecerá la primera banda? ¿En qué zona del mundo será por primera vez las 21:50 horas del día 17 de septiembre?
Pues creo que allá en la parte más oriental de Rusia, en la península de Kamchatca y aledaños y también abajo en Nueva Zelanda.
Cincuenta minutos después se debería oscurecer otra parte de Rusia, en la Sibera, que no tiene nombre preciso en mi mapa.
Más tarde le toca a otra sección de Siberia, Nueva Guinea y un borde de Australia.
Ahora otra sección de Siberia, Japón y una parte de Indonesia que comparte la isla con Nueva Guinea.
Y así sucesivamente hasta llegar aquí.

Será bonito. Yo lo veo más bien como una gran performance espectacular a escala mundial. Alguien va a estar grabando esto desde un satélite para vender luego las imágenes a precios "[g]astronómicos". Pero habrá sido bonito y no habremos perdido nada, salvo esos diez minutos de no ver televisión que son 10 minutos ganados. Yo creo que lo voy a hacer.

Otra cuestión es que he intentado buscar por la red el convocante de la propuesta, la semilla, el primer mensaje y me resulta absolutamente imposible, todo el mundo - búsqueda en google - tiene una copia del mensaje, que alguien le ha enviado, pero no hay un primero.
¿Cómo se consiguen estas cosas?¿Que un mensaje se difunda con tanta celeridad que al final nadie sepa de dónde ha venido? Pasa lo mismo con las presentaciones ñoñas que recibimos por correo: niños sonriendo y perritos y todas esas cosas acompañadas con música new age, ¿quién las hace?. Tengo la teoría de que aparecen de la nada cibernética, algo así como el surgimiento de la materia primigenia, no sé.
Seguiré investigando.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿El bien es local pero el mal es global?

¿Basta un garbanzo negro para arruinar el potaje?
¿Por qué es la manzana podrida la que contamina a las otras manzanas y no todas las buenas manzanas las que devuelven la salud a la manzana podrida?

jueves, 4 de septiembre de 2008

Todo el mundo lo hace

Todos hemos matado a alguien alguna vez. No lo piense, porque si lo piensa va a buscarse una excusa que minimice la gravedad del hecho:”sí, pero en mi caso fue porque …”.Todos tuvimos una excusa tan válida como la suya. La mía es que no soportaba a aquel tipo. Y él tampoco me soportaba a mí. Uno de los dos tenía que terminar contando esto. El caso es que todos hemos matado a alguien alguna vez. ¿O no, señor juez?

¿Y por qué no? Todo el mundo roba, el que más o el que menos, todos se echan al bolsillo algo que no es suyo más de una vez. ¿Quién no se ha encontrado un mechero en perfecto funcionamiento y se lo ha guardado aun después de haber visto a aquel pobre hombre agachado recorriendo milimétricamente la acera con la vista?¿Quien no se ha acercado hipócritamente al hombre y le ha preguntado: “ha perdido algo, buen hombre; le veo preocupado”, y ha encajado la respuesta con imperturbable semblante? Es más, ¿quién no se ha puesto a buscar por unos momentos junto al hombre, distraídamente, por educación, hasta que se detiene y miente, “lo siento, tengo prisa”?

Es cierto, lo hice yo. Yo apreté ese botón rojo. ¿Quién no lo haría? Un botón rojo en medio de una mampara llena de luces esperando encenderse al menor gesto. Lo estuve observando un rato, preguntándome qué sería. Le juro que no vi el cartel. Tal vez, lo confieso, si lo hubiera visto antes, antes habría pulsado el botón. Pero no lo vi. Solo ví el botón, y las luces. Y tenía que haber quedado con ella precisamente aquí, en esta esquina donde alguien había puesto esta mampara con este botón y estas luces. ¿Quién deja de ser un niño alguna vez?¿Quién es capaz de resistirse a un botón así?
Supe que algo pasaba cuando no se encendió ninguna luz. Tuve miedo, un miedo inexplicable porque sencillamente no pasaba nada, y pulsé otra vez. Pero sí, algo había ocurrido, y no tenía vuelta atrás.