lunes, 19 de marzo de 2012

La oveja parda

La oveja parda se queda a medio camino. Se aparta un poco de las otras porque odia su forma de comer, su dedicación a la hierba. Mira la cerca con desconfianza. No acaba de creer que las ovejas negras que la saltaron se hayan hundido definitivamente en el precipicio oscuro e infinito, en la nada que dicen que hay más allá. Pero no se atreve a saltar ella. ¿Adónde va a ir con su inútil piel parda?, piensa. Y trata de volver al rebaño, comer hierba junto a las otras. Que le sabe mal. ¿Cómo pueden comer esto? ¿No sabrán mejor las flores que hay al otro lado? ¿Y a qué viene todo el santo día ese beeeee, beeeee? No aguanta esa compañía mucho rato. La oveja parda se vuelve hacia la cerca y mira melancólicamente por entre los travesaños.

1 comentario:

  1. Sólo puedo... "decir":
    Beeeeeeeeee, beeeeeeeeee.


    ¡Que tenga un grandioso día y sueño mañana!

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