sábado, 20 de julio de 2013

Anosmia

-Y bien, ¿qué le sucede?
-He perdido el olor, doctor.
-¡Eso no se pierde así como así!
-Yo no sé cómo lo he perdido, cuando me he venido a dar cuenta, ya no estaba.
-Suele suceder, uno no le presta atención a las cosas pequeñas, hasta que no están.
-Es cierto, y entonces se vuelven imprescindibles. No vea cómo lo echo de menos, doctor.
-Le comprendo, a mí me pasa lo mismo con mi mujer. Desde que no está, me siento desoladamente perdido.
-¿Se murió?
-No, se fue de casa. El caso es que me vine a dar cuenta ayer, pero, fijándome en el fregadero, hace por lo menos tres días que nadie friega un plato.
-No parece que usted y su mujer tuvieran una relación muy estrecha.
-Yo creía que éramos una pareja muy liberal.
… (breve silencio)
-¿Y con mi nariz qué hacemos?
-Déjela como está, yo no la veo mal.
-Me refiero al olor, doctor.
-¡nsh!¡nsh! Yo no huelo nada.
-El que no huele soy yo, ¿se acuerda?
-¡Ah, sí!, perdone. No hay nada que hacer. Una vez que se va, ya no hay nada que hacer.
-¿Está hablando otra vez de su mujer?
-No, no. Me refiero a su olfato. Se llama “anosmia”, y es crónico.
-Pero, ¿me lo dice así, sin reconocerme ni nada?
-Si quiere le hago un reconocimiento, vaya quitándose la ropa. Pero no va a ser necesario, es un caso de libro. Mírelo, aquí: “anosmia: lo-siento-pero-no-hay-na-da-que-ha-cer”
-¡Oiga!, no bromee. Acabo de perder la mitad de los placeres de la vida: comida, bebida, aromas… Es una tragedia.
-Siempre le quedará el sexo.
-Esa es otra consulta que tenía que hacerle. Me temo que tengo erecciones irregulares.
-Y qué opina de eso su mujer.
-Ella ni se ha dado cuenta.
-¿Es que es partidaria del sexo oral?
-Más bien es partidaria del sexo de boquilla. Yo creo que tiene otro.
-¿Otro pene?
-El paquete completo, quiero decir que tiene un amante.
-Esto va a ser una epidemia.
-¿Cómo dice?
-Nada, me acordaba de mi mujer.
-Como ve, doctor, me estoy consumiendo. ¿Qué será lo próximo: el oído, la vista, la voz?
-Va a tener usted que hacerse budista.
-Lo dice por lo de ir poniendo mi conciencia en paz.
-No, lo digo porque si sigue perdiendo sentidos, lo de la ausencia de deseo le va a salir a usted muy natural.


1 comentario:

  1. Otro de tus magníficos diálogos de consulta. Tenías que haber estudiado medicina.

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