jueves, 11 de mayo de 2017

¿He cambiado?

Al final,
lo que me gustaría creer
es que he cambiado,
comprendido, lo suficiente
como para saber que,
si volviera a vivir,
mi vida, esa nueva vida,
no sería la misma.

Quiero decir: si uno se piensa, ¿cree que ha cambiado con el paso de los años? Obviamente han cambiado cosas ahí fuera, has tomado decisiones que podían haber sido otras, pero ¿de verdad cambiaron esas decisiones tu vida?, ¿de verdad podía haber sido otra vida si hubieras elegido la otra alternativa? Pienso mucho en esto, y en lo igual que me he sentido siempre a mí mismo. Traicionándome siempre de la misma manera, siendo fiel a mí mismo, siempre, en los momentos esperados. Olvidándolo todo poco después. Enfrentándome a nuevas circunstancias siempre con la misma inexperiencia. No. Leo aquellas libretas de los veinte años y no percibo cambios. No soy más “maduro”, no he despejado ninguna de aquellas dudas esenciales. No soy más valiente, desde luego, y en cuanto a conocimientos y habilidades, apenas lo que podía esperarse de haberme hecho más viejo. Todo lo más, ahora mi letra se entiende mejor. Ya pienso obsesivamente en la muerte (aunque no lo reconozca abiertamente y emplee ese tono de cinismo burletero que intenta ponerme por encima de los miedos). Y aún sigo pensando que el nudo puede deshacerse sin necesidad de cortarlo. Tal vez lo que me falta por aprender es a usar la espada. Como hacía Buñuel, dar la vuelta a la cámara y enfocar lo que está al otro lado de ese hermoso paisaje que nos hemos empeñado todo el rato en enfocar para hacer una película bonita. Mirar más cerca y con menos condicionantes. Simplemente comprender lo que soy y no empeñarme tanto en querer ser todo lo demás. 

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